Héctor Ornelas
Definir mi obra no requiere un análisis especializado. El trabajo que desarrollo busca lograr que el espectador haga una pausa. Actualmente, al visitar una exposición o una feria, uno camina sin dar tiempo a la reflexión; se busca todo excepto el encuentro con el arte. Sólo en contadas ocasiones el ojo entrenado y el gusto por determinados artistas reconocidos conduce a la contemplación. Pero, ¿para qué sirve el Arte? ¿Acaso para ser comprado, vendido, poseído, considerado un mero objeto de especulación o inversión? Yo creo que una pieza de arte busca existir plenamente en su tiempo; es decir, refleja las conductas y expone nuestras sombras. Para que surja la luz es necesario atravesar la oscuridad. Un claro ejemplo de ellos es la obra de dos grandes de todos los tiempos: Goya y Van Gogh –este último nos maldice con su muerte al recordar su último aliento en un amarillo cálido-.Los ejemplos son muchos y traen implícitas lecciones que no debemos dejar pasar. El arte es un punto de reflexión, de análisis interno; es un espejo del alma. Es una bofetada que en la mentira da respuestas a la humanidad. A partir de este principio, las imágenes generadas en mi obra buscan del espectador el tiempo para descubrir, para transformar. La actual es una era de consumo y vacío que cada vez se asemeja más a un Mundo feliz (la novela). La realidad (no la academia) no debe ocultarse ante el figurativo, pues una silla es una silla. Y un ser humano es un ser humano, no una idealización de sí mismo. Nos da miedo mirar el espejo y ver en él, el color de nuestros ojos. Así, pues, mi obra es el espejo donde se encuentra todo aquel que lo mire. Mi obra es las telas incompletas y desgarradas sin un aparente fondo definido, en alusión a nuestras vidas paralelas, a nuestra postura en el trabajo o a solas, frente nuestra pareja, etcétera. Al combinar imágenes realizadas a partir del esténcil y la serigrafía como soporte iconográfico, busco recordar que la vida se encuentra en las calles, pues es ahí donde vive la muerte, los monstruos y el pensamiento. Las calles son el deambular diario, la clara evidencia de nuestra existencia efímera. Es ahí donde el pasado caminó y el futuro caminará hacia un nuevo destino. Héctor Ornelas
Héctor Ornelas, pintor autodidacta, originario de la ciudad de México, descubrió desde temprana edad el gusto y el talento por el dibujo. Esta inquietud lo llevó a estudiar Maquinaria con Sistemas Automatizados en el Instituto Politécnico Nacional por la sola posibilidad de aprender dibujo por computadora. En los últimos años, sigue tomando clases de pintura y expresión artística con el maestro Luis Granda, entre otros. Su trabajo artístico, ha dicho: “Es el punto de reflexión entre la idea y el concepto, una permanente búsqueda, una herida sin cicatrizar.” Con una mirada aguda, crítica y una apasionada disciplina frente al caballete, Ornelas ha logrado una obra original, catártica, desafiante, con multiplicidad de recursos que no da consentimientos a la indiferencia. La fe, plasmada en una serie de Cristos, fue uno de los temas que marcaron y dieron nombre a la primera serie de óleos que se exhibieron en 2010 en la Galería Arte Contemporáneo de San Miguel de Allende.
English Version
To define my work does not require a specialized analysis. The work I create aims to get the viewer to make a break. Nowadays, when we visit an exhibition or a fair, we walk without taking the time to reflect, we look for everything, except an encounter with art. Only a few times, the trained eye and the preference for determined, well-known artists lead to contemplation. But, what is Art for? Can it be purchased, sold, owned or considered a mere object of speculation or investment? I think that a piece of art looks for existing in its time, I mean, it reflects our behaviors and exposes our shadows: in order for light to come out it needs to go through darkness, A clear example of this is the work of two of the biggest artists of all times: Goya and Van Gogh- the last one curses us with his death, remembering his last breath in a warm yellow hue. There are plenty of these examples, and they bring implicit lessons that we cannot pass up. Art is a point of reflection, of an internal analysis, it is a mirror of the soul. It is a slap through which lies give answers to humankind. Starting with this principle the generated images in my work look for the viewer to get the time to discover, to transform. The current is a time of consumption and emptiness that every time looks more similar to a “Happy World” (the novel). Reality (not the academy) should not be hidden by the figurative, as a chair is a chair, and the human being is a human being, not an idealization of himself. We are afraid to look into the mirror and look at the color of our eyes. Then, my work is the mirror where the one who looks finds himself. My work is the incomplete, torn canvas without an apparent, defined bottom, related to our parallel lives, to our position towards work, or solitude, with our partner, etc. When e combine images made from the stencil and serigraphy as an iconographic support, I look to remember that life is in the streets, as it is there where death, monsters and thinking live. The streets are the daily wandering and the clear evidence of our ephemeral existence .It is there where the past walked and the future will walk to a new destination. Héctor Ornelas
Héctor Ornelas an autodidact painter from Mexico City, Héctor discovered from an early age his passion and talent for drawing. This took him to study Machinery with Automatic Systems at the Instituto Politécnico Nacional, just for the possibility of learning drawing on the computer. In the last years, he learned painting and artistic expression with Luis Granda among others. His artistic work, he has said: “Is the point of reflection between the idea and the concept, a permanent pursuit, an open scar.” With a sharp look, critical and a passionate discipline in front of the easel, Ornelas has accomplished an original work, cathartic, challenging with plenty of resources that gives no consent to indifference. Faith, displayed by a number of Christs, was one of the topics that marked and gave the name to the first series of oil paintitngs exhibited in 2010 at the Contemporary Art Gallery in San Miguel de Allende.